Reporte Mundial de las Ciudades 2022
Reporte Mundial de las Ciudades 2022
El Reporte Mundial de las Ciudades 2022: Visualizando el futuro de las ciudades busca brindar mayor claridad e información sobre el futuro de las ciudades en función de las tendencias, los desafíos y las oportunidades existentes, así como de las condiciones disruptivas, incluidas las valiosas lecciones que dejó la pandemia de COVID-19, además de sugerir formas en que las ciudades pueden estar mejor preparadas para hacer frente a una amplia gama de impactos y a la transición de futuros urbanos sostenibles. El Reporte propone un estado de preparación informado que nos brinda la oportunidad de anticiparnos al cambio, corregir el curso de acción y conocer mejor los diferentes escenarios o posibilidades que ofrece el futuro de las ciudades.
"Las ciudades han sido las más afectadas por la pandemia. Las áreas urbanas ya albergan al 55% de la población mundial, y se espera que esa cifra aumente al 68% para 2050. La rápida urbanización de nuestro mundo debe de responder de manera eficaz a esta pandemia y prepararse para futuros brotes de enfermedades infecciosas".
"La pandemia del nuevo coronavirus desencadenó la peor crisis de salud pública en un siglo y ahora estamos viviendo la peor recesión económica desde la Gran Depresión. Con más del 90% de los casos confirmados provenientes de áreas urbanas, las ciudades siguen siendo los epicentros de COVID-19".
La pandemia de COVID-19 no significa el fin de las ciudades, sino una transición hacia futuros urbanos resilientes y sostenibles.
La pandemia de COVID-19 dominó durante los dos años que transcurrieron entre las ediciones del Reporte Mundial de la Ciudades y trastocó muchos aspectos de la vida urbana. El presente Reporte llega en un momento en que los acontecimientos mundiales crean entornos cada vez más dinámicos para los actores urbanos. Aunque en todo el mundo se han levantado las restricciones de salud pública y los cierres de fronteras que hicieron del COVID-19 un aspecto tan dominante de la vida urbana, el virus continúa resurgiendo periódicamente y algunos países todavía tienen medidas estrictas. Recientemente, el mundo ha sido testigo de un aumento repentino en la inflación y el costo de vida, junto con interrupciones en la cadena de suministro, lo que está afectando gravemente la recuperación de las economías urbanas. Además, los nuevos y persistentes conflictos armados han alterado el orden geopolítico y han contribuido a la incertidumbre económica mundial.
Leer más1.Las ciudades han llegado para quedarse y el futuro de la humanidad es, sin duda, urbano, pero no exclusivamente en las grandes áreas metropolitanas.
2.La urbanización seguirá siendo un proceso transformador, pero desigual, que requerirá respuestas diferenciadas según la diversidad del contexto urbano.
3.El peor escenario de los futuros urbanos tendrá consecuencias desastrosas para las ciudades, lo que resultará en incertidumbre económica, desafíos ambientales y exacerbación de las vulnerabilidades existentes.
4.Continuar con el enfoque de siempre dará como resultado un escenario de futuros urbanos pesimista caracterizado por la discriminación sistémica y la exclusión de los pobres en las agendas urbanas.
5.Con acción política concertada es posible que las ciudades eviten los escenarios de dañinos o pesimistas y, en cambio, emerjan hacia un futuro urbano más optimista.
La nueva definición armonizada, denominada Grado de Urbanización, facilita las comparaciones internacionales de urbanización. Al definir tres clases principales de asentamientos humanos (ciudades, pueblos y áreas semidensas y áreas rurales), el Grado de Urbanización captura el continuo urbano-rural recomendado por la investigación. Proporciona un camino para superar el desafío fundamental relacionado con el seguimiento de las tendencias urbanas y las agendas de desarrollo que ha persistido a lo largo de los años: la falta de una definición unificada de lo que constituye "urbano" y su medición precisa.
Este capítulo proporciona una perspectiva única sobre las tendencias futuras utilizando el Grado de Urbanización y los datos que emanan de este nuevo enfoque armonizado. Específicamente, proporciona escenarios que nos permiten comprender los cambios demográficos y espaciales anticipados a lo largo del continuo urbano-rural en varias regiones, así como sus impulsores.
Leer más1.La proporción de la población mundial de las ciudades se duplicó del 25% en 1950 a alrededor del 50% en 2020; se prevé que aumente lentamente al 58% en los próximos 50 años.
2.Entre 2020 y 2070, el número de ciudades en los países de ingresos bajos aumentará en un 76%, en los países de ingresos altos y medios-bajos en aproximadamente un 20% y en los países de ingresos medios-altos en un 6%.
3.Durante las próximas cinco décadas, el crecimiento de la superficie urbana tendrá lugar principalmente en países de ingresos bajos (141%), ingresos medios-bajos (44%) y países de ingresos altos (34%). Se prevé que los cambios en los países de ingresos medios-altos sean relativamente pequeños (13%).
4.Las ciudades pequeñas cubren casi la mitad de la tierra urbana (alrededor del 45%) en los países de bajos ingresos, una tendencia que persistirá en las próximas décadas.
Las ciudades generan riqueza pero también concentran pobreza y desigualdad. Desde los barrios marginales superpoblados en el mundo en desarrollo hasta la falta de vivienda y los bolsillos de indigencia en el desarrollado, la pobreza urbana y la inequidad toman muchas formas. No podemos proyectar un futuro brillante para las ciudades si la inequidad pareciera aumentar a nivel global, así como la pobreza en ciertas regiones. Entre los desafíos más apremiantes que enfrentan las áreas urbanas está el de cómo abordar la pobreza y la desigualdad; de igual manera, aumentar los ingresos y brindar una amplia gama de oportunidades para todos es esencial para lograr un futuro urbano optimista. La agenda de desarrollo global le da un lugar privilegiado al tema, enmarcado en el ODS 1, el cual invita a un mundo en el que “terminemos con la pobreza en todas sus formas en todas partes”. Si no se aborda la pobreza urbana, este objetivo seguirá siendo difícil de alcanzar.
Leer más1.La pobreza y desigualdad urbanas son desafíos multidimensionales y de alta complejidad cuya manifestación va más allá de la falta de ingresos.
2.Sin una acción concertada a todo nivel, la pobreza y la desigualdad podrían convertirse en la cara del futuro de las ciudades.
3.La pobreza está aumentando en cerca de un tercio de los países del África subsahariana y la mayoría de los países de la región están lejos de acabar con ella para 2030.
4.La pandemia de COVID-19 echó a perder años de avances notables en la lucha contra la pobreza y ha dado lugar a la aparición de nuevas personas pobres.
5.El nivel de pobreza y desigualdad urbana, junto con los impactos de la pandemia de COVID-19, son indicadores claros de que los gobiernos deben actuar de inmediato para crear las condiciones que fomenten futuros urbanos equitativos.
La economía urbana es parte integral del futuro de las ciudades. Dada la magnitud de la contribución de las ciudades a la economía nacional, el futuro de muchos países estará determinado por la productividad de sus áreas urbanas. Inicialmente, la gente se reunió primero en asentamientos humanos más densos con el propósito de comerciar en los mercados y este aspecto fundamental de la vida urbana ha evolucionado con el tiempo. Las economías urbanas de hoy son sistemas complejos vinculados al comercio global y los flujos de capital, en los que las entidades extranjeras pueden poseer la propiedad de al lado y los eventos distantes pueden afectar los precios de los bienes locales. Las ciudades deben ser más inteligentes que nunca sobre cómo posicionar sus economías para el máximo beneficio de todos los residentes, al mismo tiempo que protegen el medio ambiente y mejoran la calidad de vida de su ciudad.
Leer más1.Los impactos futuros que afectarán significativamente a las economías urbanas son inminentes. Sin embargo, existen disparidades en la resiliencia de las ciudades para enfrentar tales impactos, algunas están más preparadas que otras.
2.La economía informal sigue y seguirá siendo una fuerza dinámica en las zonas urbanas de los países en desarrollo. Por lo tanto, el sector debe ser reconocido y apoyado como contribuyente legítimo a las economías urbanas a través de una amplia gama de políticas inclusivas y programas específicos.
3.La urbanización bien planeada y gestionada es una fuerza transformadora hacia el crecimiento sostenible e inclusivo en el futuro de las ciudades.
4.La pandemia de COVID-19 ha desatado una crisis sin precedentes que ha dado como resultado pérdidas masivas de empleos, reducción de los ingresos locales y contracción del crecimiento económico urbano. Esta experiencia demuestra la urgencia de construir economías urbanas resilientes para el futuro.
5.Las ciudades de los países en desarrollo están experimentando una rápida urbanización sin una transformación estructural, por lo que no logran aumentar la productividad y por ende las hace muy vulnerables a perturbaciones futuras.
El cambio climático y las preocupaciones ambientales dominan cada vez más los escenarios futuros. El aumento de los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres naturales como inundaciones, olas de calor y deslizamientos de tierra afectarán más a las zonas urbanas, lo que hace que la adaptación al cambio climático sea una preocupación primordial. Mientras tanto, las áreas urbanas son responsables de la mayoría de las emisiones de carbono del mundo. Como tal, la transición a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero debe ocurrir tan pronto como sea posible. Las ciudades pueden hacer su parte adoptando una amplia gama de opciones.
Leer más1.Las políticas actuales de cero emisiones netas tienen dificultades, incluida una dependencia excesiva de tecnologías subdesarrolladas que pasan por alto los recursos locales y la falta de integración de las estrategias de gobernanza local en los programas de acción nacionales.
2.Los impactos climáticos y otras crisis ambientales interactúan con los impulsores de la desigualdad urbana, lo que amenaza el futuro de las ciudades.
3.No se pueden asegurar futuros más ecológicos sin transiciones justas.
4.El mundo está perdiendo la oportunidad de utilizar el contexto posterior a la pandemia como un momento catalizador para facilitar la inversión para una transición a cero emisiones netas de carbono.
Las ciudades son sistemas complejos que crecen, se desarrollan e incluso se reducen en función de una variedad de fuerzas. La planificación es una herramienta esencial para dar forma al futuro de las ciudades, ya que los asentamientos humanos no planificados son propensos a la expansión, el uso ineficiente de la tierra, la conectividad deficiente y la falta de servicios municipales adecuados. Una buena planificación urbana es uno de los tres pilares de las ciudades sostenibles, sin el cual es poco probable que las ciudades logren el escenario optimista de los futuros urbanos.
Leer más1.Si bien hubo una caída significativa en las emisiones climáticas durante el COVID-19, los números están aumentando rápidamente hacia los niveles anteriores a COVID al aliviar las restricciones de salud pública.
2.Los enfoques de planificación urbana actuales han logrado un éxito limitado en la reducción de la desigualdad urbana y el logro de la inclusión social, una tendencia que puede persistir en el futuro sin una intervención adecuada.
3.Los espacios interiores y exteriores deben rediseñarse o modernizarse para que sean más flexibles y resistentes a los impactos, las interrupciones o las pandemias que se avecinan en el futuro.
4.Las ciudades compactas son resistentes a las pandemias y a una amplia gama de otros impactos y amenazas.
5.Las ciudades están fuertemente vinculadas a sus zonas de influencia; por lo tanto, la integración de vínculos urbano-rurales en futuros enfoques de planificación urbana es clave para la resiliencia de las ciudades.
Como lo atestigua la historia, la resiliencia y la escalabilidad de las ciudades se sustentan en una salud pública eficaz. Más allá de los hospitales, los medicamentos y las vacunas, la provisión equitativa de infraestructura que promueva la salud, como espacios verdes, viviendas mejoradas, agua potable limpia y extensos sistemas de alcantarillado para eliminar de manera segura los desechos humanos, son componentes mínimos necesarios para garantizar la salud pública en las áreas urbanas. Si bien el COVID-19 condujo a la primera gran pandemia mundial en un siglo, el futuro presagia más epidemias y pandemias. La salud pública está ahora una vez más a la vanguardia en la visualización del futuro de las ciudades.
Leer más1.El cambio climático ha superado a las enfermedades como la principal amenaza para la salud urbana y los riesgos que conducen al escenario futuro urbano de alto daño.
2.Las causas de mortalidad y mala salud en las ciudades han cambiado significativamente en los últimos 20 años con el aumento del número de enfermedades no transmisibles (ENT) tanto en ciudades de ingresos bajos como altos.
3.El COVID-19 amplificó las desigualdades de salud arraigadas en las ciudades con minorías raciales/étnicas, mujeres, poblaciones desplazadas, residentes de asentamientos informales, trabajadores precarios y otros grupos marginados afectados de manera desproporcionada.
4.Los niveles crecientes de depresión, ansiedad y otros impactos en la salud mental se han relacionado con el COVID-19, en particular para los trabajadores esenciales, aquellos con mayores deberes de cuidado (especialmente las mujeres), las minorías raciales/étnicas y otros grupos vulnerables.
5.En seis de los conflictos más perturbadores que se libran actualmente en el mundo, las principales ciudades han sido campos de batalla activos que han tenido efectos devastadores inmediatos y a largo plazo en la salud urbana y el desarrollo futuro.
Cualquiera que sea el futuro desafío urbano al que se enfrenten las ciudades, ya sea la pobreza, la salud, la vivienda o el medio ambiente, la gobernanza urbana siempre tendrá un papel facilitador fundamental para garantizar que las capacidades y los recursos de las instituciones y las personas coincidan con sus responsabilidades y deseos. El desarrollo urbano sostenible no es posible sin una gobernanza urbana multinivel eficaz, incluidos los gobiernos locales, la sociedad civil y los gobiernos nacionales. Los gobiernos se han puesto a prueba severamente desde 2020, lo que significa que ahora es el momento de repensar la gobernanza urbana y poner a las ciudades en el camino hacia un escenario futuro optimista.
Leer más1.A través de la lente de la justicia espacial, la gobernanza multinivel efectiva desempeña un papel clave para garantizar que los impactos globales como la pandemia no afecten de manera desproporcionada a los grupos vulnerables.
2.La pandemia de COVID-19 ha acelerado la digitalización de la gobernanza urbana, lo que brinda la oportunidad de utilizar nuevos datos, pero también amenaza con aumentar la brecha digital.
3.La diplomacia y redes internacionales de las ciudades brindan una oportunidad emergente para que estas contribuyan con el aprendizaje y la experiencia, y adapten los enfoques de gobernanza a su propio contexto.
4.La descentralización efectiva, la autonomía fiscal local, la capacidad local adecuada y los vínculos entre las Políticas Urbanas Nacionales y las ciudades no han avanzado lo suficiente.
5.Si bien muchas ciudades se están involucrando en procesos participativos innovadores, a nivel mundial, el espacio para la sociedad civil se está reduciendo.
Los avances tecnológicos y los futuros urbanos están íntimamente relacionados. El futuro de las ciudades estará basado en el conocimiento, impulsado en gran medida por la innovación y el uso generalizado de nuevas tecnologías y la digitalización de prácticamente todas las facetas de la vida urbana. Las innovaciones tecnológicas definen el siglo XXI. Las ciudades están pasando por una ola de digitalización que está remodelando la forma en que los habitantes urbanos viven, trabajan, aprenden y juegan. La tecnología es muy prometedora para mejorar los medios de vida urbanos, pero también existen riesgos de que la tecnología de las ciudades inteligentes invada la privacidad. Mientras tanto, las ciudades compiten por negocios basados en la innovación en una carrera que creará tanto ganadores como perdedores en los futuros urbanos.
Leer más1.La innovación y la tecnología juegan un papel cada vez más central en la planificación de futuros urbanos sostenibles
2.La digitalización y la automatización están transformando rápidamente las economías urbanas.
3.La urgencia de descarbonizar las economías urbanas está impulsando la convergencia de tecnologías verdes e inteligentes.
4.Se estima que la demanda de sistemas y soluciones de ciudades inteligentes aumentará anualmente en un 25%, con un valor de mercado total de aproximadamente 517 billones de USD.
5.Los avances tecnológicos corren el riesgo de exacerbar las desigualdades socioeconómicas existentes y generar nuevas.
Cualquier escenario de futuros urbanos descrito en este Reporte enfrentará impactos y tensiones inesperados. ¿Una ciudad determinada se derrumbará como un castillo de cartas o resistirá cualquier futuro impredecible que se le presente? La respuesta a esa pregunta radica en la resiliencia de la ciudad, una capacidad que cierra toda la discusión hasta este punto. Un mensaje clave que recorre este informe es que la creación de resiliencia económica, social y ambiental, incluida la gobernanza adecuada y las estructuras institucionales, debe estar en el centro del futuro de las ciudades. Las ciudades que están bien planificadas, administradas y financiadas tienen una base sólida para prepararse para futuras amenazas desconocidas. Además, las ciudades que son socialmente inclusivas y trabajan para todos sus residentes también están mejor posicionadas para enfrentar impactos o tensiones ambientales, de salud pública, económicas, sociales y de cualquier otro tipo, ya que las ciudades son tan fuertes como su eslabón más débil.
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