Cheonggyecheon es un río que recorre el centro de Seúl, en Corea del Sur, sobre el cual se construyó una autopista como ejemplo de la modernización del país. Sin embargo, la congestionada autopista llegó a ser vista como la causa de la mala calidad del aire y la degradación ambiental, pero una oportuna intervención y renovación urbana trajo consigo beneficios económicos, sociales y ambientales para la ciudad y sus habitantes.
Del libro Planeamiento Urbano para Autoridades Locales
23 enero 2018
Cheonggyecheon es un río que recorre 5,8 kilómetros del centro de Seúl, en Corea del Sur. En la década de 1950, un importante flujo de inmigrantes dio lugar a la invasión de asentamientos informales a lo largo de las riberas del río. Utilizado como alcantarilla, el río pasó a estar gravemente contaminado y ser propenso a las inundaciones. En 1958, el río fue cubierto con hormigón y, a principios de 1970, se construyó sobre él una autopista de 16 metros de ancho.
Todas las viviendas informales que había a lo largo de Cheonggyecheon fueron demolidas. En aquel momento, esta intervención fue considerada como un ejemplo de la exitosa industrialización y modernización de Corea del Sur. Sin embargo, a fines de 1980 la congestionada autopista llegó a ser vista como la causa de la mala calidad del aire y la degradación ambiental. Además, Cheonggyecheon actuaba como línea divisoria entre la dinámica zona al sur de la autopista y la zona norte, atrasada y menos competitiva.
En el año 2003, el gobierno metropolitano, liderado por Lee Myung-Bak, alcalde de Seúl en aquel momento y luego presidente de Corea del Sur, decidió suprimir la autopista y restaurar el río. El proyecto de renovación urbana de Cheonggyecheon fue contemplado como una oportunidad para mejorar el medio ambiente, la movilidad, el espacio público y el desarrollo económico al mismo tiempo.
A principios de 1970, después de que se cubrió el río con hormigón, se construyó una autopista elevada como símbolo de la modernidad y la industrialización reciente de Corea:. Fotos: koreabridge.net
La solución
Las autoridades estimaban que eliminando la fuente de congestión, contaminación y tensión ambiental en el corazón de Seúl, y creando en su lugar un espacio para la actividad económica con un centro de negocios, finanzas y otras industrias de servicios, se cambiaría la tendencia de desvalorización del suelo en el Distrito Central de Negocios.
Limpiar el curso de agua requería la construcción de estaciones de bombeo para llevar agua desde el río Han, ya que el curso del Río Cheonggyecheon estaba casi seco. Para hacer frente a la falta de espacio público, el proyecto creó un parque lineal que abarca alrededor de 400 hectáreas, casi tres veces el tamaño del Hyde Park de Londres, Inglaterra.
Fueron construidas redes de vías peatonales para conectar ambas orillas del río con las instalaciones culturales cercanas. Los puentes históricos Gwanggyo y Supyogyo fueron restaurados y las actividades culturales tradicionales, como el Festival de los Faroles se han revitalizado. El proyecto se inició en julio de 2003 y se terminó en octubre de 2005 con un costo de USD 367 millones. Hoy en día se estima que reporta beneficios sociales por valor de USD 3,500 millones de dólares.
Para implementar el proyecto, el Gobierno Metropolitano de Seúl estableció varias organizaciones con misiones claras y responsabilidades definidas. Estas incluyeron, entre otras, el centro de control del Proyecto de Restauración Cheonggyecheon para la gerencia y coordinación general del proyecto; el Grupo de Investigación para la Restauración de Cheonggyecheon para la preparación del plan de renovación urbana; y el Comité Ciudadano del Proyecto de Restauración de Cheonggyecheon para la resolución de conflictos entre el Gobierno Metropolitano de Seúl y las asociaciones empresariales locales, el cual intervino en cuestiones de desplazamiento de las empresas de pequeña escala.
Para hacer frente a los problemas de tráfico durante la construcción, el centro de control del Proyecto de Restauración Cheonggyecheon estableció medidas especiales de flujo de tráfico en las zonas afectadas y coordinó cambios en el sistema de tráfico basados en las recomendaciones de la oficina encargada de la renovación urbana.
El río Cheonggyecheon en 1904 y cien años despúés en 2005. Foto: koreabridge.net
Los resultados
Hoy en día, Cheonggyecheon es un espacio de recreación popular entre residentes y turistas. En los tres años siguientes a la finalización del proyecto, este fue visitado por 70 millones de personas. El número de empresas y oportunidades de empleo en la zona del corredor Cheonggyecheon se ha incrementado y los valores inmobiliarios han aumentado el doble que las tasas de otros lugares de la ciudad.
La movilidad alrededor de Seúl ha mejorado con cerca de 170,000 viajes menos en automóvil cada día, el aumento del 4,3% y 1,4% en usuarios de metro y autobús respectivamente, y la creación de itinerarios peatonales. A pesar de los temores iniciales relacionados con la interrupción del tráfico, la velocidad vehicular general en el centro de Seúl medida en 2008 muestra mejoras con respecto al año 2002, el año anterior a la demolición de la autopista.
La calidad del aire ha mejorado como se muestra en la reducción de partículas pequeñas en el aire de 74 a 48 microgramos por metro cúbico. Las temperaturas en la zona han disminuido hasta en 5C debido a la disminución del tráfico, la proximidad de agua fría, y el aumento del 50% en las velocidades medias del viento después de la supresión de la autopista. Esto ayuda a minimizar el consumo de energía.
El río contribuye a mejorar la resiliencia de Seúl debido a que el cauce abierto está mejor preparado para hacer frente a la inundación de los sistemas de alcantarillas. La mejora de las condiciones ambientales se ha traducido en un aumento significativo en el número total de especies, incluyendo vegetación, peces y aves, desde menos de 100 a casi 800.
Cheonggyecheon es un catalizador de la revitalización del centro de Seúl, que se ha beneficiado de la eliminación de la brecha divisoria entre las zonas sur y norte del río. El elogiado espacio público se ha convertido en destino para actividades recreativas y culturales, y la mejora de la zona ha creado un lugar propicio para las actividades económicas.
El numeral No. 37 de la Nueva Agenda Urbana señala:
37. Nos comprometemos a promover la creación de espacios públicos seguros, inclusivos, accesibles, verdes y de calidad, incluidas calles, aceras y carriles para ciclistas, plazas, paseos marítimos, jardines y parques, que sean zonas multifuncionales para la interacción social y la inclusión, la salud y el bienestar humanos, el intercambio económico y la expresión cultural, y el diálogo entre una amplia diversidad de personas y culturas, y que estén diseñados y gestionados de manera tal que garanticen el desarrollo humano, construyan sociedades pacíficas, inclusivas y participativas, y promuevan la convivencia, la conectividad y la inclusión social.