Este documento refleja los resultados del Índice de Ciudades Prósperas (CPI), diseñado por ONU-Habitat. Fue calculado para 26 municipios urbanos del país con el objetivo de proveer a tomadores de decisiones herramientas que les permitan definir una visión estratégica para sus ciudades basada en datos y evidencia.
Junio 7, 2021.
En el marco de la asistencia técnica para la formulación de la política urbana nacional, prestada por ONU-Habitat al Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia y con el apoyo de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (Asdi), se encaminó la aplicación del CPI para estudiar los factores, las tendencias y patrones de desarrollo urbano de las principales ciudades del país sudamericano.
El CPI es una metodología diseñada por ONU-Habitat, que permite a través de datos e indicadores, entender, analizar, planificar y observar los efectos de las políticas públicas en el bienestar ciudadano. Asimismo, es una radiografía de la complejidad urbana que traduce la prosperidad en una métrica medible, además calcula la eficiencia de la ciudad y el efecto de las decisiones a nivel urbano en el tiempo.
El CPI está conformado por seis dimensiones:
- Productividad
- Desarrollo de Infraestructura
- Calidad de Vida
- Equidad e Inclusión Social
- Sostenibilidad Ambiental
- Gobernanza y Legislación
El CPI, en sus versiones básico y extendido, fue calculado en sus seis dimensiones para 26 municipios, incluyendo tres áreas metropolitanas de Bolivia, los cuales representan a las unidades urbanas con mayor población y representatividad territorial.
De acuerdo con los resultados obtenidos del análisis CPI, la escala de prosperidad de las urbes bolivianas se encuentra en los rangos moderadamente débiles, débiles y muy débiles; es decir, las ciudades se ubican en un espectro que va del extremo menor ubicado en 33,2 hasta el mayor con 58,5 puntos sobre 100. Además, el promedio del índice de prosperidad se encuentra en 45,7 en su cálculo extendido.
El objetivo de la medición del CPI es brindar a los tomadores de decisiones de las ciudades de Bolivia herramientas para identificar oportunidades y desafíos que les permitan definir una visión estratégica para su urbe, desarrollar políticas públicas basadas en evidencia y brindar insumos para implementar instrumentos de planeación urbana que tengan impacto positivo en toda la población.
El CPI de las ciudades bolivianas
Ciudad |
Índice básico |
Índice extendido |
---|---|---|
53,94 |
47,70 |
|
50,39 |
46,67 |
|
52,46 |
46,13 |
|
47,11 |
43,48 |
|
53,34 |
47,73 |
|
49,84 |
48,22 |
|
50,55 |
46,99 |
|
50,55 |
46,99 |
|
47,02 |
43,29 |
|
48,68 |
44,43 |
|
43,54 |
36,38 |
|
52,69 |
47,65 |
|
56,07 |
51,12 |
|
55,0 |
49,29 |
|
57,55 |
53,03 |
|
51,97 |
47,59 |
|
40,25 |
36,03 |
|
45,55 |
39,51 |
|
54,60 |
45,93 |
|
46,87 |
44,23 |
|
51,26 |
46,98 |
|
55,14 |
50,24 |
Decálogo de la prosperidad de las ciudades bolivianas
- Las urbes bolivianas, en general, han crecido de manera extensiva, con un alto consumo de suelo y en perjuicio del entorno y sus activos naturales.
- Las ciudades de Bolivia han intensificado los patrones de baja densidad poblacional y económica.
- La morfología, la estructura urbana y el espacio público importan, y mucho, si se aspira a alcanzar la prosperidad
- Bolivia ha conseguido mejorar sustancialmente la calidad de vida y la inclusión social en sus ciudades, ahora debe sostenerse en el tiempo
- Los gobiernos autónomos municipales son altamente dependientes de los recursos del nivel central, por lo que necesitan fortalecer la generación de recursos propios para asegurar la inversión que requiere el desarrollo urbano.
- Bolivia debe reconocer y brindar un marco institucional que aproveche el fenómeno de la aglomeración metropolitana.
- La planificación urbana requiere de una perspectiva diferencial e instrumentos adecuados a las particularidades de cada ciudad.
- Las ciudades de Bolivia tienen desafíos considerables para gestionar las externalidades negativas del proceso urbano.
- El proceso urbano implica un relacionamiento diferente entre los ciudadanos y el Estado que no parece haber sido interiorizado y supone corresponsabilidad.