Desde el 21 de mayo de 2019, ONU-Habitat presta apoyo sustantivo y técnico a Fonatur en el marco del proyecto Tren Maya. Así consta en el acuerdo de colaboración firmado entre ambas partes, en el que la Agencia de Naciones Unidas se compromete a apoyar a Fonatur hasta el año 2021. El convenio, también llamado acuerdo de contribución, se ampara en el Acuerdo Marco de colaboración firmado entre el Gobierno de México y ONU-Habitat a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Junio 11, 2020
Como Agencia de Naciones Unidas, ONU-Habitat opera con contribuciones para la cooperación técnica, que son recursos asignados por gobiernos y donantes para la implementación de actividades en el ámbito nacional. La consultoría no forma parte de los esquemas de trabajo de las agencias, ya que por mandato no puede obtener beneficio económico de ningún acuerdo. En este sentido, todos los recursos o contribuciones que recibe se destinan íntegramente al proyecto por el que se firma el acuerdo. Así opera en más de 90 países de todo el mundo, donde gracias a estos convenios se determinan acciones conjuntas entre el país y la ONU para llevar a cabo proyectos que conduzcan al cumplimiento de las agendas globales de desarrollo suscritas por el país donde se opere.
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El acuerdo con Fonatur implica por parte de ONU-Habitat el compromiso de brindar asistencia técnica en materia de ordenamiento del territorio garantizando la aplicación de los principios de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana. Lo anterior, para asegurar que el proyecto sea inclusivo, sostenible y ayude a reducir las tasas de pobreza. Operar bajo el marco de actuación de estas agendas avala la autonomía, neutralidad e independencia de ONU-Habitat, así como un enfoque de derechos humanos.
En el caso del proyecto Tren Maya, el acuerdo entre Fonatur y ONU-Habitat incluye acciones en hasta 40 municipios de los cinco estados del Sureste: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Los recursos se implementan en un periodo de tres años, en trabajos que contribuyen al desarrollo social, económico y territorial.
En concreto, durante 2019 y 2020, ONU-Habitat ha organizado en los cinco estados un total de 21 talleres que contaron con la participación de más de 600 actores sociales de sectores diversos como la academia, la sociedad civil, el sector público, las autoridades comunitarias y la iniciativa privada, entre otros. Debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, en el estado de Quintana Roo se postergaron cuatro talleres, que se realizarán una vez que las condiciones de seguridad sanitaria lo permitan.
Asimismo, se han mantenido reuniones con responsables de planeación territorial del Sureste mexicano con el fin de elaborar un diagnóstico regional que permita señalar el impacto del ferrocarril en los cinco estados, además de contar con insumos para la estrategia de ordenamiento territorial y realizar recomendaciones para actualizar o modificar los instrumentos de planeación.
En este año, también se ha llevado a cabo un análisis del impacto del Tren Maya a partir de una base de datos de 30 indicadores para 268 municipios. Entre otros datos, este estudio ha permitido calcular que, hasta 2030, se crearán casi un millón de empleos en el Sureste de México, 1.1. millones de personas saldrán de las condiciones de pobreza, 46 de cada 100 personas con empleo pertenecerán a pueblos originarios, la economía crecerá el doble en los lugares por los que pasará el tren y el promedio de escolaridad aumentará una media de dos años. Además, al contarse con una planeación urbana ordenada, se evitará el consumo de suelo en un 49%, lo que protegerá el entorno y el medio ambiente.
En Campeche, ONU-Habitat acompaña el proceso de relocalización consensuada de población, donde trabaja desde febrero de este año atendiendo a las familias para asegurar que, en la negociación con Fonatur, cada hogar obtenga una solución adecuada a sus necesidades. Además, ha elaborado un Protocolo de Relocalización Consensuada de Población desde los Derechos Humanos, con base en recomendaciones, principios y directrices de Naciones Unidas. A finales de marzo estaba previsto realizar tres asambleas informativas y un censo casa por casa, pero todas estas actividades fueron canceladas por la pandemia por COVID-19 y se retomarán cuando sea posible.
En los próximos meses, la Agencia de Naciones Unidas continuará trabajando para asegurar espacios de coordinación e instrumentos para la gestión del territorio y la gobernanza local, realizar un plan de estructura territorial, prestar apoyo para la planeación urbana en centros urbanos y entornos de las estaciones, junto con la creación de un Observatorio de prosperidad para la región sureste y su sistema urbano.
Todos los anteriores trabajos se realizan siempre bajo el principio de diseño participativo, en el que ONU-Habitat acumula una experiencia de más de 40 años. En este proceso, se toma en cuenta a la población del Sureste, así como a los sectores anteriormente mencionados y otros que se consideren relevantes para el proyecto.
ONU-Habitat opera en México desde 2004, cuando celebró el primer acuerdo marco de colaboración con el Gobierno de México. Bajo esquemas de auditoría permanente establecidos por el Secretariado de Naciones Unidas, garantiza un uso transparente de los recursos y que estos se destinen de manera íntegra a los proyectos.
Maimunah Mohd Sharif se reunió con el director designado de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, para explorar futuras oportunidades de desarrollo territorial asociadas a proyectos extratégicos en la región sureste.
Publicada por ONU-Habitat México en Viernes, 9 de noviembre de 2018
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